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De los pétalos de la Rosa de Damasco se obtiene por destilación este delicado y aromático hidrolato que junto al aceite de ricino, limpia, tonifica y nutre tu piel. Contiene Probióticos y prebióticos para mantener el equilibrio del microbioma cutáneo previniendo así diferentes alteraciones de la piel.
Limpia suavemente y tonifica sin resecar en un sólo paso.
Refuerza la flora cutánea o microbioma de la piel.
Ayuda a minimizar el tamaño de los poros.
Calma y refresca la piel.
Para todas las edades y todo tipo de pieles.
Apto durante el embarazo.
Es crucial la limpieza facial dos veces al día, una antes de acostarnos para eliminar el exceso de sebo, el sudor, las impurezas, restos de maquillaje y contaminación y otra por la mañana para eliminar el resto de sudor que producimos mientras dormimos. Es una pieza clave en la rutina facial, que se convierte en una tarea muy sencilla gracias a nuestra agua micelar ecológica de rosa de damasco. Un zumo concentrado de hidrolato de rosas de cultivo orgánico enriquecido con probióticos para reforzar la función protectora de la piel. Si no realizamos este paso en nuestra rutina facial se pueden acumular impurezas y grasa en los poros, apareciendo puntos negros e incluso granitos. Además cualquier tratamiento tanto de hidratación como antiedad penetrará en la piel con más facilidad si está previamente limpia. Una formulación muy limpia, sin ningún tipo de alcohol y con propiedades calmantes apta para las pieles más sensibles.
Sin parabenos
Sin etanolaminas
Sin propilenglicol
Sin erivados del petróleo
Sin aromas sintéticos
Sin ingredientes de origen animal
Sin gluten
No testado en animales
Envase de cristal violeta: bloquea todo el espectro de luz visible, que es el que produce el envejecimiento del producto, prolongando su conservación y eficacia.
Etiqueta y caja de cartón procedentes de bosques certificados por PEFC (Sistema Español de Certificación Forestal PEFC) que garantizan la sostenibilidad de estas materias primas.
Pipeta cuentagotas: Tiene un cómodo aplicador en gotero que te permite dosificar la cantidad que deseas aplicar.
El hidrolato de Rosa Damascena ecológico es un magnífico regenerador del tejido epidérmico. Presenta una acción preventiva en la aparición de arrugas. Actúa como tónico astringente suave, ayudando a minimizar el tamaño de los poros. Calma y refresca la piel.
El aceite de Ricino, también llamado aceite rojo de Turquía, es un tensioactivo de origen vegetal, que se utiliza para disolver las impurezas de la piel y así eliminarlas. Tiene poder detergente, espumante y no exige necesariamente aclarado.
Probióticos y prebióticos (Lactobacillus Ferment & Lactobacillus & Cocos Nucifera (Coconut) Fruit Extract) para equilibrar el microbioma de nuestra piel. Y lo hacen reforzando la función protectora de la piel, como barrera física y como también como barrera inmunológica. Son también hidratantes y acondicionadores, un arma excelente para mejorar la irritación, calmar y reparar la piel, que ayuda especialmente a las pieles agredidas o sensibles. Pero no sólo eso, al mejorar el ecosistema de la piel, mejora también su oxigenación, lo que aumentaría la producción de colágeno y elastina.
Rosa Damascena (Rosa) Flower water*, Aqua, Glycerin*, Sulfated Castor (Ricino) Oil, Lactobacillus Ferment, Lactobacillus, Cocos Nutifera (Coco) Fruit Extract.
100% de ingredientes naturales. 91% de ingredientes ecológicos.
Aplicar con la ayuda de una muselina de tela o con nuestras maravillosas konjac, masajeando la cara y el contorno del ojo suavemente hasta su limpieza completa.
Detrás de Herbera está Mayte García, una farmacéutica cautivada por el mundo de la dermofarmacia y la fitoterapia. Su historia comienza en un pequeño taller de Granada, cuando acabó la carrera de Farmacia y empezó a trabajar en un laboratorio farmacéutico. Allí despertó la pasión por elaborar cosméticos y así pudo unificar los conocimientos sobre botánica y plantas medicinales con las técnicas de formulación dermocosmética.
Los inicios fueron fórmulas personalizadas, creadas para uso personal y amigos. Después llegó la colaboración con la Universidad de Granada para impartir cursos y talleres en los que dar a conocer la fitoterapia como herramienta de salud personal y familiar.
Viajó a Centroamérica, para indagar sobre las relaciones de las comunidades indígenas con las plantas y aprendió sobre nuevas especies que aquí desconocía.
Se seguió especializando en formulación, con diferentes Masters y formaciones de Posgrado en Cosmética, Fitoterapia, Cosmética Natural y en Normas de Correcta Fabricación y seiguió desarrollando y perfeccionando sus fórmulas.
Después de todo este aprendizaje, en Septiembre del 2016 creó su propio laboratorio en Madrid y nació Herbera.
bio.inspecta es la entidad de certificación para la norma BioVidaSana. Fue creada en 1983 y ha estado vinculada desde su fundación con el suizo Research Institute of Organic Agriculture (FiBL), unos de los centros con más prestigio en la investigación en producción ecológica a nivel mundial.