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La Gua-Sha es una piedra tallada que se utiliza como masajeador facial para aportar firmeza, elasticidad y juventud a la piel. Su ergonómica forma la hace ideal para masajear áreas más grandes de tu rostro como: el cuello (para luchar contra la flacidez de esa área); la mandíbula, relajando los músculos de la cara; incluso la frente…
Su utilización prolongada estimula la producción de colágeno de la piel suavizando tus facciones y frenando la aparición de arrugas.
Es una excelente ayuda para aliviar la tensión en el rostro.
Ayuda a disminuir la retención de líquidos. Conseguirás hacerte un drenaje linfático facial.
Su forma facilita masajear aquellas áreas más complejas de tu rostro, como el cuello o la mandíbula.
Combate la flacidez y aporta luminosidad a la piel.
Es ideal para estimular la circulizar sanguínea y aliviar la inflamación en el área de las ojeras.
Recomendamos utilizarla dos veces al día, por la mañana y por la noche.
Recuerda que antes de sumergirte en tu ritual de yoga facial debes utilizar un producto hidratante previo. Este puede ser: tu crema hidratante facial, un sérum o cualquier aceite que venga bien a tu piel ¡Así resbalará mejor!
Realiza siempre movimientos ascendentes de 6 a 10 repeticiones con cada ejercicio:
Frente: masajear desde su parte inferior hasta el nacimiento de tu pelo.
Contorno de ojos: masajear recorriendo desde el lagrimal hasta el final de tu ceja.
Pómulos: masajear terminando en el ‘nacimiento de las orejas.
Cuello: masajear de abajo hacia arriba para mantener firme esta zona tan delicada.
Para potenciar sus efectos guárdala en la nevera. Aumentará sus propiedades antiinflamatorias.
Limpiarla suavemente con agua para quitar los posibles restos de sal marina.
Enjuagar con agua limpia después de cada uso, escurrir bien y dejar secar al aire, en un lugar bien ventilado.
De 6 meses a un año, en función del uso.
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