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Puro y sin agua, Karethic Belle Crinière Hair Balm es un concentrado de ingredientes activos nutritivos y regeneradores para el cabello seco sin brillo y desvitalizado: la manteca de karité virgen repara, nutre y suaviza; el aceite de mongongo protege, y el aceite de jojoba reduce el exceso de sebo.
El tubo da para 50 usos aproximadamente.
Formulado con ingredientes naturales y de cultivo biológico
Sin organismo modificados genéticamente
Sin aceites minerales derivados del petróleo
Sin siliconas
Sin Glycol Ether ni sales de aluminio
Sin colorantes ni perfumes de síntesis
Sin conservantes de síntesis no autorizados (parabenes, fenoxietanol, EDTA, DMDM...)
Packaging respetuoso con el medio ambiente y reciclable
No testado en animales
Adecuado para veganos
Butyrospermum Parkii (Karité) Butter*^, Octyldodecanol, Hydrogenated Vegetable Oil, Olus Oil, Coco-Caprylate, Caprylic/Capric Triglyceride, Simmondsia Chinensis L. (Jojoba) Seed Oil*, Helianthus Annuus (Girasol) Seed Oil*, Schinziophyton Rautanenii (Mongongo) Kernel Oil Polyglyceryl-6 Esters, Parfum (Fragrancia), Candelilla Cera, Tocopherol (Vitamina E), Beta-Sitosterol, Squalene, Citral, d-Limonene, Geraniol, Linalool *Procedente de la agricultura ecológica. *^Procedente de la agricultura ecológica y de comercio justo. El 100% del total de los ingredientes es de origen natural. El 20% del total de los ingredientes procede de la agricultura ecológica y de comercio justo.
Aplicar como una mascarilla reparadora de 15 a 20 minutos antes de su champú o diariamente por la mañana en las puntas del cabello para brindar brillo y suavidad.
Conservar en un lugar fresco y seco, al abrigo de la luz y el calor.
N° 1 de los cuidados capilares hidratantes Premium para cabellos secos. Recomendado por l’Observatoire des Cosmétiques.
Es la asociación de fabricantes que redactó e hizo evolucionar el pliego de condiciones, aprobado por las Autoridades francesas y controlado por Ecocert o Qualité Francee. Sirve de referencia para la entrega de la certificación por Ecocert. La asociación creó en 2002 las etiquetas BIO y ECO, y once años después, la etiqueta NAT. Las marcas adherentes pueden utilizarlas libremente, para garantizar al consumidor la certificación natural o biológica de sus productos.
Garantías de la etiqueta BIO:
En la lista positiva de los ingredientes autorizados, encontramos: