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Soporte de acero inoxidable bañado en negro mate para colocar la brocha y la maquinilla de afeitar.
El stand cromado está fabricado en acero inoxidable de primera calidad que le aporta a la pieza resistencia, durabilidad y un extra de ligereza.
Además, el baño de esmalte al agua en color negro mate, le aporta un extra de protección, ya que es una pintura muy resistente a golpes y arañazos, permitiendo que se conserve en perfectas condiciones durante mucho tiempo.
El acero, al no alterarse ni liberar compuestos, es 100% reciclable; se aprovecha todo el material en su reciclado para la fabricación de una nueva pieza con las mismas características que el original.
Moja la cara con agua templada. También, si quieres un extra de cuidado, puedes aplicarte durante unos minutos una toalla caliente. (A veces no hay tiempo, pero te sugerimos que lo hagas de vez en cuando).
Moja también la brocha en agua templada y echa un poco de producto. En el caso de que emplees jabón de afeitado, comienza a frotar en círculos sobre el jabón hasta que haga espuma (debes frotar alrededor de 1 minuto para obtener la espuma adecuada).
Pásate la brocha en la zona que te vayas a afeitar, con movimientos circulares y generosamente, hasta que la zona esté cubierta de espuma y ya puedes empezar con el afeitado.
Afeitarse de la manera clásica, es tan fácil y seguro como con las cuchillas desechables. Es cuestión de coger mano:
Para colocar la hoja, has de abrir las "alas" de la maquinilla, mediante la rosca que tiene debajo del cabezal, y una vez colocada en su sitio volver a cerrar, asegurándote de que esté bien colocada y bien sujeta.
Como para cualquier afeitado, lo recomendable es preparar la piel. Puedes hacerlo como de costumbre; con agua templada y mediante la aplicación de la crema de afeitado, o bien, si quieres un extra de preparación puedes aplicarte durante unos minutos una toalla caliente para abrir los poros y ablandar más el vello. Así tendrás un afeitado más cómodo y eficaz.
Comienza el afeitado como de costumbre. Suavemente y siempre a favor del crecimiento del vello. Puedes ayudarte con la otra mano para mantener la piel tensa y que la hoja se deslice mejor.
Desliza la hoja muy suavemente y nunca apliques presión contra la piel. Con un leve roce es suficiente para cortar el vello. ¡Enseguida le cogerás la medida!
Aféitate con movimientos cortos, sin querer abarcar mucho de una vez. Haz una sola pasada sobre una porción pequeña de tu piel, levanta la maquinilla y vuelve a apoyarla en la porción siguiente.
Enjuaga la cuchilla a menudo, cada dos o tres pasadas.
Para finalizar enjuágate con agua fría para cerrar los poros y refrescar la piel, y aplícate el aftershave como de costumbre.
Por las características de los materiales de los que está hecha la brocha, su mantenimiento es muy sencillo. Aun así, recomendamos los siguientes cuidados:
Lavar con agua y jabón antes del primer uso, sin emplear productos ni detergentes agresivos, para eliminar posibles restos de polvo de fabricación.
Tras el afeitado, acuérdate de aclarar bien la brocha, secarla cuidadosamente con una toalla, sacudirla y dejarla que termine de secarse al aire, preferiblemente con las cerdas hacia abajo en un soporte para brochas.
Por las características de los materiales de los que está hecha la maquinilla, su mantenimiento es muy sencillo. Aún así, recomendamos los siguientes cuidados:
Lavar ligeramente con agua y jabón antes del primer uso sin emplear productos agresivos, para eliminar posibles restos de polvo de fabricación.
Tras su uso, es suficiente con enjuagarla bajo el grifo.
Secar con un paño antes de guardarla.
Las brochas de afeitado y las maquinillas vintage son productos muy duraderos. Si los tratas bien te durarán toda la vida en buenas condiciones.
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