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El aceite esencial de menta-poleo se extrae de las hojas y las flores de la Mentha pulegium. Se trata de un aceite refrescante y vigorizante o estimulante. Se emplea en la elaboración de dentífricos y en remedios contra la tos, resfriado y problemas digestivos.
El aceite esencial de menta tiene una doble función, refresca cuando hace calor y calienta cuando hace frío. Sobre la piel elimina la congestión tóxica y ejerce una acción refrescante y desodorante.
Es muy descongestivo. Su olor penetrante e incisivo se cuela por nuestra nariz y nos llega hasta lo más profundo, ayudando a despejar las vías respiratorias (bronquitis, ronquera, antiespasmódico y expectorante) y descongestionar la cabeza, siendo excelente para dolores de cabeza y migrañas. Es el más eficaz para inhalaciones y también es eficaz en caso de dolores musculares, dolor de pies y reúma.
Regula la producción de grasa (acné, celulitis) y es útil en caso de varices, edema, retención de líquidos.
Tiene una acción refrescante en quemaduras del sol y estimula el sistema nervioso para ayudar en casos de fatiga mental.
Aumenta la creatividad y la vitalidad.
Mentha Pulegium Oil*, Limonene**. *Ingrediente ecológico certificado. **Ingrediente derivado de los aceites esenciales.
El 100% del total de los ingredientes es de origen natural. El 100% del total de los ingredientes procede de la agricultura ecológica.
Mezclar de 10 a 15 gotas de aceite esencial con 50 ml de aceite vegetal de primera presión en frío (almendras, aguacate, oliva) y aplicar sobre la piel o añadiendo unas gotas al agua del baño.
También lo puedes utilizar en un difusor de esencias. Cuando estás cansado, te despeja y te da vigor.
No ingerir ni aplicar el aceite esencial puro directamente sobre la piel o las mucosas.
No conviene utilizarlo en exceso porque es muy potente.
No conviene a las embarazadas.
Guárdalo en un lugar seco al abrigo del calor. Recuerda que está elaborado con ingredientes vivos y por lo tanto con el tiempo tiende a estropearse.
Ana Isabel de Andrés es la directora técnica, promotora y dueña de Amapola Biocosmetics. Un sueño hecho realidad. Esta es su historia: "Siempre me gustaron las cosas hechas a mano, el valor añadido de lo que somos capaces de hacer, una tarta de cumpleaños, un collage, una labor de ganchillo…. Ya de pequeña se me ocurrían cosas imposibles y mareaba a mi madre para que me ayudara a llevarlas a cabo, siempre lo menos convencional, lo que todavía nadie había hecho. Y yo lo hice, tenia tanto empeño que después de muchos años, trabajo, tesón y esfuerzo lo he conseguido, y estoy aquí para compartirlo con vosotros. Podría empezar diciendo que soy farmacéutica, o más bien creo que por encima de todo soy amante de la naturaleza y me siento cada vez más atraída por ella, las plantas me llaman, los olores, los colores, todo en ella es bello, y después de todo, ¿el ser humano no busca continuamente la belleza en todo lo que hace? Pues hace unos años después de haber terminado mi carrera, intenté dar una respuesta creativa a esta pregunta tan existencial: ¿Qué es lo que quiero hacer? ¿Qué quiero aportar yo a la sociedad? Y no tarde mucho en contestarme: me gustan las plantas, me gusta formular, mezclar, crear.. Y dicho y hecho, me puse manos a la obra. Elegí un entorno rural para desarrollar mi proyecto; quise respetar lo que ya estaba antes de llegar, seres humanos con sus costumbres y su manera de actuar, ríos, animales, plantas... Intenté no perjudicar de ninguna manera a la naturaleza y disfruté viendo que todo seguía fluyendo a su ritmo, sin que eso fuera un problema para desarrollar algo nuevo, sino más bien una ventaja. Un entorno perfecto para desarrollarme profesionalmente y que estaba en armonía con mi forma de vida, un lugar donde vivir con mi familia, criar a mis hijos, y es que creo firmemente en la idea de que el trabajo no tiene que ser una cosa diferente a la vida, a vivir plenamente. Elegí San Cristóbal de Segovia (Segovia), tierra de mis antepasados, que me acogió con los brazos abiertos, y allí decidí construir, en un antiguo pajar de mi abuelo paterno, mi laboratorio. Los comienzos fueron difíciles, siempre lo son ¿no?; el esfuerzo muy grande, y las ganas de sacarlo adelante, mucho más. Aún miro para atrás y me asombro del camino recorrido. Hubo muchas satisfacciones, cada día las hay, también apoyo y reconocimiento de las instituciones e incluso algunos premios de emprendimiento de los que me siento muy orgullosa. Como emprendedora creo que he roto algunos moldes, mi objetivo es demostrar que las empresas pueden ser diferentes, sostenibles, y cuyo principal objetivo no es ganar dinero, si no aportar algo a los demás. Creo que otra manera de emprender y otra manera de trabajar es posible, y son necesarias nuevas empresas para un nuevo paradigma social y cultural. Desde que inicié mi proyecto hasta ahora han pasado algunos años y ya cuento con experiencia en formulación, fabricación y comercialización de productos cosméticos. Ahora ya no trabajo sola, sino que formo parte de un equipo de personas que creen en lo que hacen y ponen lo mejor de sí mismos en cada producto que sale al mercado. Así es muy fácil conseguir los mejores resultados, todo está hecho con mucho amor, y eso se nota."
Cómo se elaboran los productos Amapola Bio:"Para elaborar un buen cosmético hay que empezar por los ingredientes. Nos dedicamos a seleccionar materias primas interesantes, nada de tanta química, cosas más sencillas y elementales, ingredientes de aquí, de allí, de tierras lejanas, del jardín de casa o de recolección silvestre por caminos y bosques segovianos, y con el tiempo aprendimos a apreciar los olores de los aceites esenciales, a sentir las texturas suaves y delicadas de los aceites vegetales que acarician la piel, y a “saborear” con todos los sentidos el producto final, que se podían hasta comer.
Nos pusimos a mezclar ingredientes: aceite de almendras con aceite de germen de trigo y aceite de manzanilla, unas gotitas de aceite esencial de limón y ya estaba hecho un aceite limpiador facial, nuestro primer cosmético.
A partir de ahí se abrieron tantas puertas, tantos aceites que utilizar, aguas florales, extractos de plantas, tantas formulas que poner en marcha, tanta creatividad, tantas ganas de crear… esto sí que es investigación y desarrollo en estado puro.
bio.inspecta es la entidad de certificación para la norma BioVidaSana. Fue creada en 1983 y ha estado vinculada desde su fundación con el suizo Research Institute of Organic Agriculture (FiBL), unos de los centros con más prestigio en la investigación en producción ecológica a nivel mundial.
Ladrôme
30ml
11,50€
Naáy
12,50€
Vömel
10m
4,95€
Cattier
200ml
22,85€
Khadi
50ml
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Natracare
30ud.
3,95€