Bakuchiol, alternativa natural al retinol

El bakuchiol es uno de los ingredientes de moda para el cuidado de la piel; un principio activo natural que se obtiene de las hojas y semillas de la planta psoralea corylifolia, de cuyo nombre en sánscrito -Babchi o Bakuchi- proviene el término bakuchiol. Esta planta originaria de la India y Sri Lanka, rica en flavonoides, cumarinas y meroterpenos, ha sido utilizada durante décadas en la medicina tradicional china y ayurveda por sus propiedades antioxidantes, despigmentantes, antiinflamatorias y seborreguladoras.

Beneficios del bakuchiol

Por su composición y sus propiedades, el bakuchiol es considerado una alternativa natural y vegana al retinol. El retinol es un principio activo derivado de la vitamina A con grandes beneficios para la piel, ya que estimula la producción de colágeno y reduce la síntesis de melanina, siendo muy útil en el tratamiento de arrugas y manchas, y también muy eficaz para mejorar la textura y el aspecto general de la piel. Pero debe utilizarse con precaución ya que a menudo causa irritación, no puede ser utilizado por embarazadas y lactantes, y además es fotosensibilizante.

Aunque el bakuchiol no ha sido tan estudiado como los retinoides, se ha demostrado que ofrece unos beneficios similares, pero con la ventaja de ser mucho mejor tolerado por la piel; no presenta efectos adversos, no irrita la piel, puede ser utilizado en todo tipo de piel, en cualquier momento del día y también durante el embarazo y la lactancia. Se recomienda especialmente para personas con piel sensible o reactiva o que se exponen mucho al sol, así como para la personas que están en período de descanso del retinol o que utilizan otros activos despigmentantes o alfahidroxiácidos en altas concentraciones.

Además, el bakuchiol es fotoestable, es decir, no pierde su efectividad ni se desintegra bajo la acción de la radiación ultravioleta.

Entre sus beneficios cosméticos destacan los siguientes:

  • Antioxidante: Aumenta la resistencia de las células al estrés oxidativo; ayuda a estimular la síntesis de colágeno y a disminuir su degradación; mejora la firmeza de la piel y la apriencia de las líneas de expresión y las arrugas.
  • Despigmentante: Interfiere en la síntesis de melanina a diferentes niveles, ayudando a reducir la hiperpigmentación y homogeneizando el tono de la piel.
  • Antimicrobiano: Algunos estudios han demostrado que tiene propiedades fungicidas.
  • Seborregulador: minimiza la acumulación de impurezas en los poros de la piel y regula la producción de sebo.
  • Antiinflamatorio: Debido a que reduce la inflamación y promueve la regeneración de las capas superiores de la epidermis, es útil para combatir el acné y mejorar la textura de la piel.

Este activo tan interesante puede estar presente en diferentes tratamientos de belleza como sérums y cremas hidratantes. Descubre nuestra selección de productos formulados con bakuchiol.

Share

Cuidado de la piel durante los tratamientos oncológicos

La mayoría de los tratamientos oncológicos producen alteraciones dermatológicas. Por ello, el cuidado de la piel durante el tratamiento es muy importante. Durante este período la piel suele ser más sensible y vulnerable a las infecciones, por lo que la limpieza y la hidratación son muy importantes.

Cuando una persona pasa por un tratamiento oncológico, uno de los primeros órganos en reflejarlo es la piel del rostro. Un proceso de estas características no solo implica la pérdida del cabello y del vello facial (cejas y pestañas), sino que también hace que la piel se vea muy apagada y las ojeras marcadas. Además, la medicación produce una serie de consecuencias en la piel: las más frecuentes son la deshidratación, descamación, irritaciones o inflamaciones (dermatitis) y prurito, manchas oscuras, aumento de la flacidez e hipersensibilidad al sol.

Estos efectos secundarios ponen de manifiesto la enfermedad e influyen en la calidad de vida del paciente, ya que la piel está tirante, puede aparecer picor, malestar o incluso dolor. Por ello, es muy importante proporcionarle a la piel cuidados especiales, tanto faciales como corporales, durante este período, y ser constante, no sólo para minimizar y aliviar los signos que deja la enfermedad en la piel, sino también para favorecer la recuperación de la autoestima y la propia imagen personal.

Recomendaciones generales

Recomendamos utilizar productos destinados al cuidado de las pieles atópicas o sensibles. Es preferible evitar el uso de aceites esenciales, eligiendo productos sin perfume o hipoalergénicos.

Es aconsejable el uso de productos preferentemente naturales, evitando parafinas y otros aceites derivados del petróleo; siliconas (dimethicone, amodimethicone, etc.); alcohol; agentes espumosos irritantes (sulfatos); estabilizantes, agentes espumosos reguladores de pH como DEA o TEA; antioxidantes sintéticos BHA y BHT; tetrasodium EDTA; polímeros acrílicos como carbomer y sodium polyacrylate; agentes antibacterianos sintéticos como el triclosan; conservantes sintéticos como parabenos y phenoxyethanol; filtros solares químicos como oxybenzone y octylmethoxycinnamate…

El Aloe Vera, la Caléndula, el Espino Amarillo, la Manzanilla, y la Rosa Mosqueta son cinco plantas medicinales muy prácticas y beneficiosas para la higiene y el cuidado de las zonas afectadas. Sus propiedades emolientes, antiinflamatorias y cicatrizantes ayudan a limpiar, calmar, y regenerar la piel más rápido de lo esperado.
Otros ingredientes recomendables son: el Escualeno porque es un aceite que posee una gran afinidad por la piel, ya que es unos de los componentes principales del sebo humano; el extracto de Malva, que es calmante y lenitiva; las mantecas de Karité y Cupuazú, ricas en polifenoles (antioxidantes), que hidratan y aportan elasticidad a la piel; los aceites vegetales ricos en ácido linoleico, que es esencial para regenerar la epidermis; el Ácido Hialurónico, ya que la piel concentra un 56% del que hay en el cuerpo. Entre sus propiedades destacan que es higroscópico, capaz de retener mil veces su peso en agua, y que actúa como antiinflamatorio.

Limpieza de la piel

Como en toda rutina, se debe comenzar por la limpieza. Aconsejamos evitar los jabones muy alcalinos que resecan demasiado la piel. Para el cuerpo se recomiendan los jabones neutros a base de aceite de oliva o aceites o cremas de ducha hidratantes y poco espumantes. Para la limpieza facial las mejores fórmulas son los aceites puros, como por ejemplo los de avellana, almendras dulces,    jojoba, o las mezclas de varios aceites, y las leches limpiadoras que reparan y nutren la piel, al mismo tiempo que la limpian.
Otros consejos a tener en cuenta son:

  • Controlar la temperatura del agua. Es preferible lavarse con agua templada, y evitar focos de calor o frío.
  • Evitar el uso de esponjas; masajear la zona con los dedos.
  • No frotar la piel al secarla; debes eliminar la humedad presionando, por contacto, siempre con toallas de algodón suave.
  • Evitar los productos exfoliantes, peelings o tratamientos antienvejecimiento que contengan alfa hidroxiácidos como el ácido glicólico o derivados retinoides.
  • Evitar la manipulación manual traumática de los poros para su limpieza.
  • Utilizar un champú neutro o hidratar el cuero cabelludo si se ha perdido el pelo.
  • No utilizar colonias ni desodorantes que contengan cloruro de aluminio.

Hidratación

Es importante aportar un grado extra de hidratación a la piel, por lo es preferible optar siempre por texturas nutritivas. Además de las cremas y pomadas hidratantes destinadas al cuidado de las pieles secas, sensibles o atópicas, las cremas de bebés pueden ser también una buena opción. Un consejo a tener en cuenta es añadir unas gotas de aceite vegetal a la crema hidratante para enriquecerla y aportar un extra de nutrición.

En el caso de tratamientos de radioterapia, nunca se deben aplicar productos en la zona a irradiar antes de la sesión; siempre se aplicarán después, ya que pueden interferir con el tratamiento. La zona a tratar debe estar limpia y libre antes de recibir el tratamiento.

Protección solar

Unos de los cuidados básicos durante esta etapa es la protección solar. La gran mayoría de los tratamientos oncológicos son muy fotosensibilizantes, por lo que es recomendable utilizar un protector solar de amplio espectro, es decir, que proteja frente a todo el espectro de radiación visible (UVA, UVB e infrarrojos). Recomendamos optar por protectores solares minerales con filtros físicos naturales sin nanopartículas. Los más habituales son dióxido de titanio y óxido de zinc. Estos filtros reflejan la radiación del sol impidiendo que esta penetre en la piel, evitando así la formación de radicales libres y previniendo problemas de alergias.

Los expertos recomiendan utilizar pantalla total (FPS 50+) en las zonas afectadas y evitar las exposiciones directas al sol. Siempre que sea posible, las zonas afectadas o irradiadas se deben mantener al aire libre, y se aconseja evitar las exposiciones al sol durante el tratamiento, y al menos un año después.

Maquillaje

El maquillaje también puede ser de gran ayuda a la hora de normalizar la vida de una mujer que está pasando por esta enfermedad, ya que puede ayudar a recuperar una imagen similar a la que se tenía antes de empezar el tratamiento.
Se recomienda utilizar maquillaje mineral, sin perfumes, o BB creams que aportan un tono uniforme a la piel al mismo tiempo que la hidratan. Conviene evitar los pigmentos o colorantes sintéticos.
La gran dificultad son las cejas y las pestañas, ya que son elementos que definen por completo la expresión de una persona. En este sentido es muy importante aprender a utilizar el maquillaje para volver a sentirte tú misma. No se aconseja la utilización de cejas y pestañas postizas, ya que los pegamentos pueden ser irritantes.

Otros consejos:

  • Evitar utilizar esparadrapo en las zonas irritadas y mantener siempre la piel seca
  • No rascar las zonas dañadas
  • Utilizar ropa cómoda y realizada con fibras naturales
  • Utilizar detergentes naturales hipoalergénicos

 

Share

Psoriasis y cosmética natural

Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas. No es contagiosa, pero sí puede ser hereditaria.

Puede afectar a cualquier parte de la piel, y es frecuente en codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen y espalda.

Existen diversos factores que pueden desencadenar psoriasis, como por ejemplo, traumatismos, infecciones, ciertos fármacos, estrés emocional, climas fríos, etc.

Para tratar la enfermedad y aliviar sus síntomas, existen 6 medidas generales que es importante conocer:

  1. Tomar el sol, ya que los rayos ultravioleta tienen acción antiinflamatoria.
  2. Bañarse en agua de mar, ya que los iones y sales que contiene el agua de mar presentan propiedades positivas para la piel. También son de gran ayuda los baños en lodo o los cataplasmas de barro.
  3. Dejar al aire las heridas.
  4. Mantener un nivel óptimo de hidratación bebiendo mucha agua y utilizando productos que hidraten la piel.
  5. Llevar una dieta rica en vegetales, frutas y legumbres, y evitar el alcohol y el tabaco.
  6. Relajarse y tratar de evitar el estrés.

En el apartado de hidratación de la piel, los productos que más beneficios y mejores resultados ofrecen para aliviar los síntomas de la psoriasis, son los productos naturales. Estos productos están formulados con aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, y son afines al manto hidrolipídico natural de la piel, por lo que la hidratan y la reparan. Los aceites vegetales como los de Aguacate, Onagra, Macadamia o la Manteca de Karité, hidratan y reparan en profundidad la piel seca y escamosa, aportándole los nutrientes necesarios. Los extractos de plantas calmantes como la Caléndula, la Avena y la Cola de Caballo, y antiinflamatorios como el Sauce Blanco, por su contenido en ácido salicílico, ayudan a aliviar la irritación y el picor.
Sin embargo, los productos convencionales, con aceites derivados del petróleo, no son compatibles con la piel, y a menudo son irritantes y agravan el problema, por ello desaconsejamos totalmente su uso.

En Idun Nature contamos con toda una gama de prductos naturales excepcionales destinados al tratamiento de las pieles problemáticas, escamosas, deshidratadas, con psoriasis o eczema. SEA LINE es una línea de productos basados en los beneficios de las sales y los barros del Mar Muerto.

 

Share

Manteca de karité: el mejor aliado contra el frío

Cuando llega el invierno la piel se vuelve áspera y seca, esto es porque pierde agua y humectación. Para prevenir que esto suceda, es necesaria la aplicación de productos naturales que eviten la sequedad de la piel.

La manteca de Karité, muy rica en ácidos grasos insaturados, fitoesteroles y flavonoides, es un regenerador celular natural con grandes propiedades hidratantes, suavizantes y reestructurantes.

Destaca por su intenso y duradero poder hidratante en rostro y cuerpo. Mejora la elasticidad de la piel por sus propiedades nutritivas y alto contenido en vitamina F, componente vital de las membranas celulares. La carencia de esta vitamina se advierte por el enrojecimiento de la piel, su descamación y por la sequedad en uñas y cabello. También contiene importantes antioxidantes como tocoferoles (Vitamina E); catequinas (que se encuentran también en el Té Verde); y lupeol, que previene los efectos del envejecimento de la piel, inhibiendo enzimas que degradan las proteínas de la piel.

Te mostramos 7 trucos caseros para aprovechar los beneficios de la manteca de Karité en tu piel:

  1. Protege la piel de las agresiones externas: rica en ácidos grasos insaturados, la manteca de karité es un excelente remedio contra el frío invernal que reseca la piel delicada, devolviendo al cutis su humectación natural.
    La Manteca de Karité es muy adecuada para tratar las manos secas e irritadas y los labios resecos por el frío, a los que aporta un atractivo brillo, y la nariz irritada por las alergias de primavera o los resfriados de invierno.
    También es una excelente opción para contrarrestar los estragos del sol en la piel por sun contenido en ésteres de ácidos cinámicos, que tienen una capacidad limitada de absorber radiación ultravioleta (UV).
    También es muy adecuada como bálsamo para el afeitado.
  2. Antiarrugas natural: su contenido en antioxidantes la convierten en un buen remedio para actuar contra las arrugas, producto del envejecimiento cutáneo.
  3. Cuida el cabello seco y estropeado: la manteca de karité es un recurso de lujo para la sequedad y, como consecuencia, el encrespamiento del cabello.
  4. Tratamiento anti-estrías: si tu problemas son las estrías, la manteca de karité puede hacer mucho para disimularlas y combatirlas. También es perfecta en el tratamiento de las grietas y heridas en los pezones durante la lactancia.
  5. Remedio para las quemaduras: sus propiedades reestructurantes hacen de la la manteca de karité un alivio inmediato para todo tipo de quemaduras, favoreciendo la regeneración de la piel.
  6. Alternativa natural a la cortisona: el karité es un anti-irritante por excelencia. Entre sus componentes se han encontrado otros compuestos específicos como alcoholes triterpénicos, cuya propiedad es reducir la inflamación, por lo que se utiliza habitualmente, con sorprendentes resultados, en casos de dermatitis atópica o eczema incluso en los más pequeños de la casa.
  7. Efecto relajante: basta con masajear brazos y muslos para obtener una sensación instantánea de bienestar muscular.
    La Manteca de Karité es muy efectiva en articulaciones de codos y rodillas, dedos de los pies, talones y uñas, por lo que es muy recomendable para antes y después del ejercicio deportivo.

Y además te presentamos una selección de productos con un alto contenido en manteca de kartié:

 

 

Share