Psoriasis y cosmética natural

Psoriasis
La psoriasis es una enfermedad inflamatoria de la piel que produce lesiones escamosas engrosadas e inflamadas. No es contagiosa, pero sí puede ser hereditaria.

Puede afectar a cualquier parte de la piel, y es frecuente en codos, rodillas, cuero cabelludo, abdomen y espalda.

Existen diversos factores que pueden desencadenar psoriasis, como por ejemplo, traumatismos, infecciones, ciertos fármacos, estrés emocional, climas fríos, etc.

Para tratar la enfermedad y aliviar sus síntomas, existen 6 medidas generales que es importante conocer:

  1. Tomar el sol, ya que los rayos ultravioleta tienen acción antiinflamatoria.
  2. Bañarse en agua de mar, ya que los iones y sales que contiene el agua de mar presentan propiedades positivas para la piel. También son de gran ayuda los baños en lodo o los cataplasmas de barro.
  3. Dejar al aire las heridas.
  4. Mantener un nivel óptimo de hidratación bebiendo mucha agua y utilizando productos que hidraten la piel.
  5. Llevar una dieta rica en vegetales, frutas y legumbres, y evitar el alcohol y el tabaco.
  6. Relajarse y tratar de evitar el estrés.

En el apartado de hidratación de la piel, los productos que más beneficios y mejores resultados ofrecen para aliviar los síntomas de la psoriasis, son los productos naturales. Estos productos están formulados con aceites vegetales ricos en ácidos grasos esenciales, vitaminas y minerales, y son afines al manto hidrolipídico natural de la piel, por lo que la hidratan y la reparan. Los aceites vegetales como los de Aguacate, Onagra, Macadamia o la Manteca de Karité, hidratan y reparan en profundidad la piel seca y escamosa, aportándole los nutrientes necesarios. Los extractos de plantas calmantes como la Caléndula, la Avena y la Cola de Caballo, y antiinflamatorios como el Sauce Blanco, por su contenido en ácido salicílico, ayudan a aliviar la irritación y el picor.
Sin embargo, los productos convencionales, con aceites derivados del petróleo, no son compatibles con la piel, y a menudo son irritantes y agravan el problema, por ello desaconsejamos totalmente su uso.

En Idun Nature contamos con toda una gama de prductos naturales excepcionales destinados al tratamiento de las pieles problemáticas, escamosas, deshidratadas, con psoriasis o eczema. SEA LINE es una línea de productos basados en los beneficios de las sales y los barros del Mar Muerto.

 

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¿Qué es el Factor de Protección Solar (FPS)?

En todos los protectores solares del mercado se indica un número, el factor de protección solar. Este índice, que indica el grado de protección frente a la radiación UVB, es un multiplicador de la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema (enrojecimiento previo a la quemadura solar), es decir, multiplica el tiempo durante el que una persona puede estar expuesta al sol sin sufrir daños. El tiempo de partida depende del fototipo de cada uno y de la intensidad de la radiación solar. Ejemplificando, una persona que puede exponerse sin protección al sol durante 10 minutos sin sufrir quemaduras, con un FPS 15 podrá exponerse tranquilamente al sol durante (10×15) 150 minutos.

No hay que confundir calidad con factor de protección. Un FPS más alto no indica una mejor protección, sino una protección durante más tiempo.

La tabla que facilitamos a continuación muestra el FPS aconsejado en cada caso, teniendo en cuenta el fototipo y la intensidad de la radiación:

 

indice_proteccion_solar_aconsejado
 
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PROTECTORES SOLARES: Tipos y diferencias

¿Sabías que hay diferentes tipos de protectores solares?

Aprovechando que hemos empezando el mes con sol, queremos tratar el tema de los protectores solares.

En primer lugar, es importante saber que ningún protector solar ofrece una protección 100% absoluta. Dicho esto, empezamos explicando los tipos de filtros y sus diferencias.

PROTECTORES SOLARES FÍSICOS: También llamados pantallas solares, están formulados con filtros físicos (también llamados filtros minerales o inorgánicos), que son sustancias de origen mineral no contaminantes. Si no contienen nanopartículas, los filtros físicos no son absorbidos por la piel, sino que se quedan en la superficie y actúan como un espejo reflejando la radiación solar, y se utilizan tanto para evitar el eritema y las quemaduras como el bronceado. Son de amplio espectro, protegiendo contra los rayos UVA, UVB y UVC y también retienen las radiaciones del visible y las del infrarrojo.
Estos filtros impiden que la mayor parte de la radiación solar llegue a la piel, por lo que apenas se estimula la producción de melanina. Por lo tanto, si el factor de protección es suficientemente alto y no estás demasiado tiempo al sol, no te broncearás.

No es necesario aplicarlos un tiempo antes de la exposición al sol, ya que empiezan a actuar inmediatamente desde el momento de la aplicación. Tienen la desventaja de que pueden dejar restos blanquecinos debido a los pigmenots minerales que contienen.

Los filtros físicos (o minerales) más habituales son el Óxido de Zinc y el Dióxido de Titanio.

Dadas sus características y su forma de actuar, los filtros físicos se recomiendan en los siguientes casos:

  • Cicatrices
  • Dermatits
  • Después de tratamientos con láser o peeling químico
  • Intolerancia a los filtros químicos
  • Niños pequeños
  • Piel alérgica o reactiva
  • Piel lesionada, donde hay riesgo de absorción del filtro
  • Presencia de eritema (inflamación o enrojecimiento)

PROTECTORES SOLARES QUÍMICOS: están formulados con filtros químicos de origen orgánico (basados en cadenas de carbono). Este tipo de filtros actúan absorbiendo la radiación solar ultravioleta y transformándola en otro tipo de energía que no resulte nociva para la piel. En función de la longitud de onda absorbida, podemos distinguir tres tipos de filtros químicos:

  • Filtros UVB (protegen únicamente de la radiación UVB)
  • Filtros UVA (protegen únicamente de la radiación UVA)
  • Filtros de amplio espectro (protegen de las radiaciones UVA y UVB).

Los filtros químicos, al entrar en contacto con el sol y durante el proceso de disipar o transformar la energía solar para que no sea dañia para nuestra piel, modifican su estructura dando lugar a nuevas moléculas y liberan radicales libres (en algunos casos más que la piel en contacto con el sol sin protector) que pueden producir alteraciones en las células, provocando el envejecimiento de la piel y más posibilidades de contraer cáncer.

Otra desventaja de los filtros químicos es que, dado que penetran en la epidermis y reaccionan con la piel, pueden provocar reacciones alérgicas o intolerancias, como en el caso del ácido para-amino benzoico (PABA). Por ello no se recomiendan en niños, pieles lesionadas donde haya riesgo de absorción (cicatrices recientes, después de tratamientos con láser o peeling químico, quemaduras…), o pieles intolerantes.

Otros filtros químicos son: metoxidibenzoilmetano, benzofenonas, sulisobenzonas, antranilato de metilo, octocrileno, cinamatos, ácido tereftalideno, dicamfor sulfónico…

Los protectores solares químicos deben aplicarse 20 ó 30 mintuos antes de la exposición solar, ya que necesitan ese tiempo para activarse. Tienen la ventaja de que su textura es fluida y se extienden fácilmente sin dejar restos blanquecinos. No suelen presentar problemas de formulación, por lo que son los más utilizados.

PROTECTORES SOLARES MIXTOS: Contienen filtros químcos y físicos.

Esperamos que os sirva de ayuda y, como nos parece un tema muy interesante, continuaremos hablando de protectores solares, ingredientes, riesgos, FPS, aplicación, etc.

¡Buen fin de semana a tod@s!

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