Los olores en la cosmética natural

Una de las cosas a las que más importancia se da en los cosméticos es el aroma de los productos; y es una de las cosas que se comenta con más frecuencia cuando se compara la cosmética natural con la convencional. Esto puede deberse quizá a que recordamos el 1 % de lo que tocamos, el 2 % de lo que oímos, el 5 % de lo que vemos y el 35 % de lo que olemos.

La amplia difusión de productos convencionales que emplean habitualmente perfumes sintéticos en sus fómulas ha hecho que el olfato pierda su capacidad para distinguir aromas naturales, y muchos nos sorprenden, resultan extraños e incluso desagradables en ocasiones. Se ha llegado a dar el caso en el que alguien daba por hecho que un producto no podía ser natural porque olía demasiado bien.

Vayamos por partes: ¿Qué son los aromatizantes naturales y los aromatizantes sintéticos?

  • Aromatizantes naturales: son sustancias aromatizantes o aromatizantes preparados que han sido extraídos de materiales vegetales o animales y no han sufrido ninguna modificación química posterior. Por ejemplo, el extracto de vainilla o los aceites esenciales.
  • Aromatizantes naturales-idénticos: son sustancias químicamente idénticas a las sustancias naturales, pero que han sido obtenidas a través de procesos químicos o por medio de modificaciones químicas de otras sustancias naturales. Un ejemplo es la vainillina.
  • Aromatizantes artificiales (o sintéticos): son aromatizantes obtenidos a través de síntesis o modificación química de sustancias naturales, pero que no están presentes en los productos de origen natural.

Muchos de los perfumes que se utilizan en la cosmética convencional son aromatizantes naturales-idénticos, es decir sustancias que son químicamente idénticas a las sustancias naturales, pero que han sido obtenidas a través de procesos químicos o por medio de modificaciones químicas de otras sustancias naturales.
Ejemplo: El extracto de vainilla es un aroma natural derivado de una orquídea del género Vanilla, mediante un proceso de curación de los granos. La vainillina o aldehído vanílico (4-hidroxi-3-metoxibenzaldehído) es un compuesto aromático con un agradable olor que se produce naturalmente en la vaina de la vainilla y que también se puede sintetizar a partir de otros vegetales (como el clavero y las coníferas), a partir de sustancias como la lignina o el eugenol, siendo la forma sintética mucho más batata que la procedente de la vainilla natural, razón por la cual es ampliamente utilizada como sustituto de la vainilla.

Los aromas naturales tienen más matices que los aromas sintéticos: gracias a las técnicas de análisis químico, principalmente a los avances en la cromatografía en fase vapor, es posible determinar la composición química de los aromas naturales. Después de identificar las moléculas que los componen, se sintetizan los compuestos claves (hidrocarburos, aldehídos, ácidos alcoholes, cetonas, ésteres…). Sin embargo, las sustancias naturales pueden tener estructuras que dificultan su síntesis con las técnicas actuales o que pueden hacerlas más susceptibles a la degradación en medios hostiles con respecto al pH o a la presencia de agentes oxidantes en el mismo, así que el siguiente paso es la síntesis de productos que son parecidos estructuralmente pero no idénticos al natural.
Continuando con el ejemplo anterior, cabe señalar que la vainillina es el principal componente del sabor de la vainilla (se le atribuye un tercio del aroma), pero el aroma del extracto de vainilla está compuesto por una mezcla muy numerosa de ácidos y compuestos aromáticos distintos, por lo que la vainilla sintética no puede imitar por completo el aroma de vainilla natural.

En los productos naturales o ecológicos controlados y certificados está prohibido el uso de aromatizantes de síntesis, de manera que un producto con aroma a vainilla lleva extracto de vainilla natural, es decir, el aroma a vainilla completo, parecido, pero diferente y con muchos más matices que el aroma a vainilla (vainillina) al que nos tienen acostumbrados los cosméticos convencionales y productos de alimentación como yogures o helados no ecológicos.

Otras ventajas de los perfumes naturales: Aromaterapia.

En muchos casos los aromas de los productos son intencionados para atraer al consumidor, especialmente cuando se trata de aromas creados por perfumistas y patentados, para que sean asociados únicamente a un producto o marca concretos. Pero los aceites esenciales que se utilizan en los cosméticos naturales tienen además propiedades terapéuticas; es lo que conocemos como aromaterapia. Por ello, en otras ocasiones, el aroma característico de un producto es el resultado de mezclar diversos aceites esenciales que se han escogido por sus propiedades para un producto con una finalidad concreta. Por ejemplo, al árbol de té tiene propiedades antibacterianas y antifúngicas; la lavanda es relajante y antiséptica; el cedro combate la caspa; el romero estimula la circulación; el incienso es bueno contra el envejecimiento; el geranio regenera la piel, y ahuyenta los insectos, y así un larguísimo etcétera.

El marketing engañoso de la cosmética convencional

Habitualmente, la industria cosmética utiliza algunos ingredientes naturales «de moda» como reclamo en muchos productos destinados al cuidado de la piel o del cabello. Estos cosméticos suelen estar perfumados con fragancias de origen sintético pretendiendo que el resultado sea un producto de aroma agradable para el consumidor. La publicidad hace que inconscientemente tendamos a asociar el ingrediente atractivo que se utiliza como aliciente con el aroma del producto, cuando la realidad es que muchas veces poco tienen que ver.

Éste sería el caso de la manteca de karité o del aloe vera, que no son sustancias aromáticas y no huelen especialmente bien.
Por un lado, el gel que se obtiene de las hojas de aloe vera, y que sirve como producto para cuidado de la piel, tiene de forma natural un leve olor que se asemeja al olor de la cebolla o el ajo porque la planta Aloe Barbadensis pertenece a la misma familia botánica que las anteriores, las liláceas. Sin embargo, es frecuente la idea errónea de que el aloe vera tiene un olor fresco y agradable.
Por su parte, la manteca de karité pura tiene un olor intenso y aceitoso, como a nuez. Este aroma no es agradable para todo el mundo y es habitual que en la elaboración de muchos cosméticos se utilice una versión refinada, que apenas tiene olor.

En contraposición a lo anterior, podemos encontrarnos con que aromas deliciosos que sí son naturales, pero nos confunden y pensamos que se trata de aromas artificiales por las asociaciones que hemos aprendido desde pequeños.

Cuando empezamos a alejarnos de las sustancias sintéticas, nuestro olfato empieza a reconocer lo que es natural y a crear una memoria olfativa. Seguramente, a muchas personas ya les sucede que experimentan dolor de cabeza al sentir un perfume o un aroma sintético; es una reacción de rechazo instintiva hacia algo que no nos hace bien. Se necesita mucha practica, pero con el tiempo podemos aprender a confiar totalmente en nuestra nariz.

No todo son ventajas: Alérgenos.

Los problemas más comunes relacionados con los ingredientes de fragancia, ya sean de origen natural o sintético, son las alergias e irritaciones cutáneas. La población se ve expuesta a sustancias aromatizantes a través de su uso en perfumes y productos de consumo perfumados, como cosméticos, detergentes, suavizante y otros productos domésticos. Las bases de datos especializadas recogen más de 2500 ingredientes de fragancia utilizados para perfumar diferentes productos de consumo. El Comité Científico de los Productos Cosméticos y de los Productos No Alimentarios de la UE (SCCNFP) identificó en 1999 un grupo de 26 fragancias con potencial conocido para causar alergias y cuya presencia en los cosméticos debe ser indicada desde entonces en la lista de ingredientes, si su concentración es superior a 0,001 % en el caso de los productos que no necesitan aclarado, y superior a 0,01 % en los que sí. Aunque no fue posible establecer un nivel seguro de exposición general valido para todas las fragancias alergénicas, se considera que un nivel de 0,01% de una fragancia alergénica en un producto cosmético debería ser tolerable para la mayoría de los consumidores con alergia de contacto a dicha fragancia. Sin embargo, este nivel máximo permitido no descarta que la población más sensible pueda desarrollar una alergia cutánea tras la exposición. Por lo tanto, establecer un nivel máximo permitido para un producto no elimina la necesidad de proporcionar información al consumidor sobre la presencia de sustancias aromatizantes en los cosméticos.

Alérgeno

INCI

Nombre químico

Cinamal amílico (CAS no 122-40-7) Amyl Cinnamal 2-(Phenylmethylene) Heptanal
Alcohol bencílico (CAS no 100-51-6) Benzyl Alcohol Benzyl Alcohol
Alcohol cinamílico (CAS no 104-54-1) Cinnamyl Alcohol 3-Phenyl-2-Propen-1-ol
Citral (CAS no 5392-40-5) Citral 3,7-Dimethyl-2,6-Octadienal
Eugenol (CAS no 97-53-0) Eugenol 2-Methoxy-4-(2-Propenyl) Phenol
Hidroxicitronelal (CAS no 107-75-5) Hydroxycitronellal 7-Hydroxycitronellal; 7-Hydroxy-3,7-Dimethyloctanol
Isoeugenol (CAS no 97-54-1) Isoeugenol 2-Methoxy-4-(1-Propenyl) Phenol
Alcohol amilcinamílico (CAS no 101-85-9) Amylcinnamyl Alcohol 2-(Phenylmethylene) Heptanol
Salicilato bencílico (CAS no 118-58-1) Benzyl Salicylate Benzyl Salicylate
Cinamal (CAS no 104-55-2) Cinnamal Cinnamaldehyde; 3-Phenyl-2-Propena
Cumarina (CAS no 91-64-5) Coumarin 2H-1-Benzopyran-2-one
Geraniol (CAS no 106-24-1) Geraniol (2E)-3,7-Dimethyl-2,6-Octadien-1-ol
Hidroximetil-pentilciclohex- enocarbaldehído (CAS no 31906-04-4) Hydroxyisohexyl 3-Cyclohexene Carboxaldehyde 4-(4-Hydroxy-4-methylpentyl)- 3-cyclohexene-1-carboxaldehyde
Alcohol 4-metoxibencílico (CAS no 105-13-5) Anise Alcohol 4-Methoxy-Benzyl Alcohol
Cinamato bencílico (CAS no 103-41-3) Benzyl Cinnamate 3-Phenyl-2-Propenoic Acid; Phenylmethyl Ester
Farnesol (CAS no 4602-84-0) Farnesol 3,7,11-Trimethyl-2,6,10-Dodecatrien-1-ol
2-(4-terc-butilbencil) propionaldehído (CAS no 80-54-6)

Butylphenyl Methylpropional

También conocido como lilial o aldehído de lirio, es una fragancia sintética prohibida en los productos cosméticos (UE y Reino Unido) a partir del 1 de marzo de 2022.

2-(4-tert-Butylbenzyl) Propionaldehyde
Linalol (CAS no 78-70-6) Linalool 3,7-Dimethyl-1,6-Octadien-3-ol
Benzoato de bencilo (CAS no 120-51-4) Benzyl Benzoate Benzyl Benzoate
Citronelol (CAS no 106-22-9) Citronellol DL-Citronellol; 3,7-Dimethyl-6-Octen-1-ol
a-hexilcinamaldehído (CAS no 101-86-0) Hexyl Cinnamal 2-(Phenylmethylene) Octanal
d-limoneno (CAS no 5989-27-5) Limonene 1-Methyl-4-(1-Methylethenyl) Cyclohexene
Heptino carbonato de metilo (CAS no 111-12-6) Methyl 2-Octynoate 2-Octynoic Acid; Methyl Ester
3-metil-4-(2,6,6- trimetil-2-ciclohexen-1- il)-3-buten-2-ona (CAS no 127-51-5) Alpha-Isomethyl Ionone 3-Methyl-4-(2,6,6-Trimethyl-2-Cyclohexen-1-yl)-3-Buten-2-one
Evernia prunastri extracto (CAS no 90028-68-5) Evernia Prunastri Extract Oakmoss Extract (Eichenmoosextrakt)
Evernia furfuracea >extracto (CAS no 90028-67-4) Evernia Furduracea Extract Treemoss Extract (Baummoosextrakt)
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Aromaterapia en el embarazo

El uso de los aceites esenciales se remonta a la antigüedad; los egipcios fueron los primeros en utilizarlos con fines religiosos y también para la fabricación de perfumes y medicamentos. En el siglo XX, los trabajos de investigación llevados a cabo por el químico René-Maurice Gattefossé sobre las propiedades antisépticas y antibacterianas de los aceites esenciales, le llevaron a acuñar el término aromaterapia para hacer referencia al tratamiento terapútico con aceites esenciales.

Algunos aceites esenciales pueden ayudar a calmar las náuseas típicas del embarazo, limitar el insomnio, reducir el estrés y favorecer el proceso de parto. No obstante, es importante tener en cuenta que no todos los aceites esenciales son aptos para su uso durante la gestación, y que durante el primer trimestre, el uso de algunos aceites puede provocar un aborto espontáneo o afectar al desarrollo del feto. Esto podría suceder porque los aceites esenciales apicados por vía tópica pueden traspasar la barrera dérmica y llegar a la placenta. Por el método de inhalación, las moléculas inhaladas también llegan de forma rápida al torrente sanguíneo y, por lo tanto, también pueden llegar al bebé.
El riesgo de sufrir alguna de estas graves consecuencias es menor después del primer trimestre, pero algunos aceites en concreto están prohibidos durante todo del embarazo.

 

Aceites esenciales permitidos durante la gestación:

  • Árbol del té: es antiséptico, antibacteraino, antiviral y antimicótico.
  • Bergamota: es un cítrico cuyas propiedades son relajantes y, al mismo tiempo, estimulantes por lo que sirve para mejorar ansiedad, depresión y estrés.
  • Citronela: es refrescante, antiséptico y repelente de insectos.
  • Eucalipto limón: tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias y se emplea para aliviar el dolor de espalda. Debe evitarse durante el primer trimestre de la gestación.
  • Incienso: potencia las defensas del sistema inmunitario, es expectorante y previene la aparición de estrías; reduce y calma la ansiedad y el pánico, y mejora la práctica espiritual y meditativa.
  • Geranio: es tónico, astringente, antiséptico y cicatrizante. Posee acción reafirmante y antiarrugas. Ayuda a ahuyentar a los mosquitos.
  • Jengibre: se emplea para calmar dolores en articulaciones y para tratar problemas digestivos.
  • Lavanda: es relajante y regenerador; alivia el dolor, reduce la ansiedad, el estrés y favorece el sueño.
  • Limón: se utiliza para el dolor de cabeza, la ansiedad y el insomnio.
  • Mandarina: tiene propiedades calmantes, relajantes, tónicos y antisépticas.
  • Manzanilla romana: es antiinflamatorio y tranquilizante. Favorece el confort digestivo.
  • Naranja y Petitgrain: tienen propiedades calmantes y relajantes que combaten la ansiedad y el estrés, y son estimulantes en caso de depresión.
  • Pomelo: tónico, refrescante y astringente. Es eficaz contra la retención de líquidos y la celulitis.
  • Rosa: se utiliza contra la fatiga y favorece la relajación durante las contracciones.
  • Salvia sclarea: es utilizada para incrementar las contracciones en el parto.
  • Sándalo: promueve una sensación de calma y puede crear una atmósfera ideal para lograr una buena noche de descanso.
  • Ylang Ylang: regenera y equilibra el exceso de sebo de la piel, ayuda en el tratamiento de las estrías y combate la caspa. Además, reduce el estrés y la ansiedad y combate el insomnio.

Aceites esenciales prohibidos en el embarazo:

  • Abedul y Gaulteria: desaconsejados por su elevado contenido en salicilato de metilo.
  • Ajedra, Orégano y Tomillo (qt fenol, carvacrol y timol): contienen fenol y están desaconsejados en el embarazo porque pueden afectar al desarrollo del feto. Se pueden utilizar sólo en circunstancias excepcionales y siempre bajo la supervisión de una persona experta en aromaterapia.
  • Albahaca: contiene methylchavicol, que posee una fuerte influencia sobre el sistema nervioso.
  • Alcanfor, Cantueso, Hisopo, Menta poleo, Romero (qt alcanfor), Salvia officinalis, Salvia española y Tuya: deben evitarse, ya que contienen cetonas monoterpénicas que pueden sobrecargar el sistema nervioso del feto y podrían tener un efecto abortivo.
  • Anís e Hinojo: desaconsejados por su efecto ligeramente similar al estrógeno.
  • Canela, Clavo y Palmarosa: no se recomiendan en el embarazo por sus efectos emenagogos, es decir, estimulantes del flujo sanguíneo en la zona del útero y de la pelvis. Aumentan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo.
  • Cedro del Atlas: se ha demostrado que tiene propiedades abortivas, por lo que se debe evitar su uso.
  • Clavo: no se recomienda durante el embarazo por ser un estimulante uterino.
  • Enebro: debe evitarse en el embarazo porque ha demostrado tener acción embriotóxica.
  • Eucalipto y Mirto: deben usarse con precaución por su elevado contenido en 1,8-cineol.
  • Hierbaluisa: podría provocar contracciones en algunas mujeres.
  • Jara: no apto en el embarazo por ser hemostático.
  • Menta piperita: su uso durante la gestación puede provocar alteraciones en el desarrollo del bebé e incluso llegar a inducir el parto.
  • Niaulí: contiene viridiflorol que regula el sistema hormonal.
  • Verbena: se desaconseja por ser un supuesto abortivo, oxitócico, y estimular la actividad uterina.

Recuerda que los aceites esenciales permitidos se pueden inhalar y aplicar en la piel. Sin embargo, la vía oral requiere mucha precaución.

Los aceites esenciales pueden contener alérgenos y pueden ser irritantes para las pieles especialmente sensibles. No deben aplicarse puros sobre la piel, sino diluidos en un aceite vegetal o en un producto cosmético neutro.

Si tienes cualquier duda, recomendamos que consultes con un profesional de la salud.

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Difusores de aceites esenciales

En el mercado existen diferentes tipos de difusores eléctricos para la difusión de aceites esenciales. Los más habituales son:

 

Difusión por ultrasonidos

 

Es un método de difusión en frío de difusión que permite, mediante ultrasonidos, convertir una mezcla de agua y aceites esenciales en una ligera bruma. Los difusores ultrasónicos son muy silenciosos, y además se pueden utilizar como humificadores en aquellas estancias donde el ambiente es seco como resultado de la calefacción, por ejemplo.

Difusión por nebulización

 

Este proceso de difusión en frío, al igual que el anterior, permite conservar todas las propiedades beneficiosas de los aceites esenciales. Es un método que no utiliza agua, sino que impulsa aire para transformar el aceite esencial en una niebla de micropartículas aromáticas que se extiende por todo el ambiente.

Difusión por calor a baja temepratura

 

Los difusores por calor a baja temperatura suelen ser silenciosos y fáciles de usar, y tienen un bajo coste. Este modo de difusión tampoco necesita agua, y permite, gracias a un calor suave, maximizar la difusión de aceites esenciales respetando sus propiedades beneficiosas.

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Aceites vegetales y aceites esenciales ¿Qué son y en qué se diferencian?

En  ocasiones, los aceites vegetales se confunden con los aceites esenciales a pesar de tratarse de productos totalmente distintos. Ambos tienen su origen en la naturaleza, pero tienen una composición química y unas características diferentes.

Aceites vegetales:

  • Son sustancias oleosas que se extraen principalmente de frutos secos, de semillas o de flores.
  • Se pueden extraer mecánica o químicamente:

     

     

    • Obtención mecánica: las semillas y los frutos se someten a un proceso de prensado (en frío o en caliente). Los aceites obtenidos por presión en frío (cuando la temperatura no supera los 40º C) se denominan vírgenes y son los de mayor calidad calidad, ya que contienen todos los nutrietes de las semillas o frutos utilizados.
      Los certificados ecológicos garantizan que los aceites han sido obtenidos siempre por primera presión en frío.
    • Obtencíon química: mediante disolventes químicos, resulta un método más rápido y barato.
      Tanto en la extracción por presión en caliente, como en la extracción mediante disolventes, es necesario someter a los aceites a un refinamiento posterior, lo que puede hacer que se pierdan más nutrientes.
  • Tienen efectos muy beneficiosos para nuestro organismo, tanto a nivel nutricional como a nivel cosmético:

     

     

     

    • A nivel nutricional, los aceites vegetales destacan por ser una fuente natural de ácidos grasos poliinsaturados, entre los que debemos destacar el ácido linolénico (omega 3) y el ácido linoleico (omega 6), precursores del resto de ácidos omega-3 y omega-6 respectivamente. Nuestro cuerpo no puede sintetizarlos, y sin ellos no se formarán otras sustancias muy importantes para el buen funcionamiento de nuestro organismo; por ello, reciben el nombre de ácidos grasos esenciales y es fundamental que los incorporemos a nuestra dieta.
      También es importante conocer que algunos aceites vegetales, como el de coco y el de palma, poseen una importante proporción de grasas saturadas.
    • A nivel cosmético, los aceites vegetales tienen propiedades emolientes (suavizantes), nutritivas y protectoras en la piel, por su aporte en lípidos y múltiples vitaminas. Estos lípidos de origen natural, a diferencia de los aceites minerales, se incorporan perfectamente a las estructuras celulares de la piel, actuando como hidratantes pasivos al diminuir la pérdida de agua a través de la piel,  y reforzando el manto hidrolipídico de la epidermis, que es la verdadera barrera protectora de la piel frente a los agentes externos.
  • Además, los aceites vegetales son el vehículo ideal para la incorporación de aceites esenciales y su posterior aplicación tópica de forma agradable, segura y eficaz.
    Algunos aceites vegetales son: almendras dulces, girasol, nuez de albaricoque, argán, rosa mosqueta, germen de trigo, macadamia, avellana, calófilo, borraja, onagra, oliva, sésamo…

Aceites esenciales:

  • Son mezclas de varias sustancias químicas biosintetizadas por las plantas, que dan el aroma característico a algunas flores, árboles, frutos, hierbas, especias, semillas y a ciertos extractos de origen animal (como el almizcle o el ámbar gris). Las sustancias responsables del olor suelen poseer en su estructura química grupos funcionales característicos: aldehídos, cetonas, ésteres, etc.
  • Se trata de productos químicos muy concentrados, intensamente aromáticos, no grasos (por lo que no se enrancian), volátiles por naturaleza (se evaporan rápidamente) y livianos (poco densos).
  • Se obtienen principalmente por destilación al vapor de flores, hojas, tallos, raíces, cortezas de árboles, cáscaras de frutos… Pero también se pueden sintetizar de forma artificial, dando lugar a aceites sintéticos de calidad muy inferior a los aceites esenciales narturales.
  • Son insolubles en agua, levemente solubles en vinagre, y solubles en alcohol, grasas, ceras y aceites vegetales. Se oxidan por exposición al aire y son alterables con la luz.
  • Entre sus diversos usos, destaca principalmente la perfumería, y son empleados también en aromaterapia por sus propiedades terapéuticas. Todos los aceites esenciales son antisépticos, pero cada uno tiene sus propiedades específicas. Pueden ser analgésicos, fungicidas, diuréticos, expectorantes… La unión de componentes de cada aceite también actúa conjuntamente para dar al aceite una característica dominante: estimulante, refrescante, calmante…
  • Los aceites esenciales penetran en el organismo por vía tópica, pudiendo llegar al torrente sangúineo, y por vía respiratoria, a través de la inhalación de su aroma.
  • Precauciones:

     

     

     

    • Existen contra-indicaciones y algunos aceites esenciales pueden resultar tóxicos, fotosensibles (por ejemplo los cítricos) o dermocáusticos.
    • La mayor parte de los aceites esenciales no pueden aplicarse en su estado puro directamente sobre la piel, ya que son altamente concentrados y pueden quemar la piel. Por ello, antes de aplicarlos es necesario diluirlos en aceites vegetales, por ejemplo, o en alcohol (perfumes).
    • Preferentemente los aceites esenciales no deben de ser ingeridos.
    • No deben entrar en contacto con los ojos. En caso de hacerlo deben de lavarse los ojos con abundante agua.
    • Deben de usarse con moderación en mujeres embazaradas y niños.
    • No confundir los aceites esenciales con los aceites sintéticos, su calidad es muy inferior a los aceites esenciales y si son aplicados en la piel causan quemaduras y alergias.

¿Qué es el quimiotipo?

La composición bioquímica de las plantas es tan compleja, que una misma especie puede segregar sustancias diferentes y presentar propiedades muy distintas en función de su variedad, la parte de la planta empleada, el clima, el soleamiento, el tipo de suelo, el lugar geográfico de la cosecha o el momento en el que se ha cosechado (de un año a otro, de una estación a otra, incluso de un momento a otro del día).

El analisis bioquímico de los aceites esenciales mediante cromatograma en estado gaseoso ha permitido distinguir los aceites esenciales y clasificarlos por familias y subfamilias. Dichas familias se conocen como quimiotipos.
Para usar los aceites esenciales con fines terapéuticos es preciso que estos sean quimiotipados, ya que ofrecen la máxima garantia en cuanto a calidad y seguridad. Conocer el quimiotipo nos permite saber con exactitud las propiedades de un aceite esencial, así como las contraindicaciones específicas en base a sus componenetes químicos.
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