Mención [nano] en el etiquetado de los protectores solares franceses

Desde 2022, en el INCI de algunos de los protectres solares fabricados en Francia aparece la mención [nano] junto con el dióxido de titanio y el óxido de zinc. Los protectores solares naturales con certificado ecológico sólo emplean dos filtros solares minerales: dióxido de titanio (TiO2) y óxido de zinc (ZnO). Estos filtros, cuya eficacia e inocuidad han sido validadas, son los únicos filtros de origen natural autorizados a nivel mundial; consisten en moléculas naturales de titanio o zinc muy fuertemente soldadas entre sí para formar grupos de moléculas. Desde 2019, la agencia de consumo francesa DGCCRF1 viene realizando controles sobre el tema de los nanomateriales, denunciados como potencialmente penetrantes de la barrera cutánea. Estos controles, que se intensificaron en 2020 y 2021, ahora se dirigen a los productos de protección solar formulados con filtros minerales.

La mención [nano] aparece debido a un cambio en la técnica de medición de los filtros minerales. Actualmente, no existe una técnica estandarizada para evaluar nanopartículas; son varias y la legislación no impone favorecer a una sobre otra. Hasta ahora los fabricantes utilizaban la técnica DLS, que permite medir los filtros minerales tal y como se encuentran de forma natural en los productos acabados y una vez aplicados sobre la piel, es decir, recubiertos y aglomerados, formando grandes agregados.
Pero, en Francia, los organismos de inspección se basan principalmente en la técnica SEM (Scanning Electron Microscopy) para analizar los productos finales en cuestión. Esta técnica, utilizada únicamente en Francia,modifica el estado real de las pantallas minerales: somete las fórmulas a tratamientos violentos a base de disolventes y ultrasonidos, que rompen la estructura externa de las partículas (árido, revestimiento), y mide únicamente la dimensión más pequeña de las partículas primarias. Sin embargo, en la fórmula final de un protector solar aplicado sobre la piel, las pantallas minerales no están individualizadas; se aglomeran y recubren para formar grandes racimos sólidos; son indestructibles en condiciones normales de uso de un producto de protección solar. Por lo tanto, esta técnica de medición genera resultados que impactan directamente en el estado regulatorio de las sustancias analizadas: filtros que antes se consideraban «no nano» ahora deben etiquetarse como «nano».

A pesar de que las fórmulas de los productos permanecen sin cambios, los fabricantes franceses han decidido seguir las pautas de la DGCCRF1 y realizar cambios en las listas de ingredientes presentes en el packaging de sus protectores solares a partir del 1 de enero de 2022. Esta nueva declaración no cambia en nada la inocuidad y seguirdad que ofrecen estos protectores solares con certificado ecológico. Recientemente se ha hecho un nuevo estudio que demuestra, una vez más, que los filtros minerales empleados permanecen estrictamente en la superficie de la piel; no penetran a través de las capas de la piel, por lo que no presentan riesgo de paso a la circulación general ni al organismo.
Por otro lado, la certificación ecológica que avala estos productos garantiza que las fórmulas son saludables, sin ningún ingrediente de origen petroquímico en riesgo o controvertido.

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Cuidado de la piel durante los tratamientos oncológicos

La mayoría de los tratamientos oncológicos producen alteraciones dermatológicas. Por ello, el cuidado de la piel durante el tratamiento es muy importante. Durante este período la piel suele ser más sensible y vulnerable a las infecciones, por lo que la limpieza y la hidratación son muy importantes.

Cuando una persona pasa por un tratamiento oncológico, uno de los primeros órganos en reflejarlo es la piel del rostro. Un proceso de estas características no solo implica la pérdida del cabello y del vello facial (cejas y pestañas), sino que también hace que la piel se vea muy apagada y las ojeras marcadas. Además, la medicación produce una serie de consecuencias en la piel: las más frecuentes son la deshidratación, descamación, irritaciones o inflamaciones (dermatitis) y prurito, manchas oscuras, aumento de la flacidez e hipersensibilidad al sol.

Estos efectos secundarios ponen de manifiesto la enfermedad e influyen en la calidad de vida del paciente, ya que la piel está tirante, puede aparecer picor, malestar o incluso dolor. Por ello, es muy importante proporcionarle a la piel cuidados especiales, tanto faciales como corporales, durante este período, y ser constante, no sólo para minimizar y aliviar los signos que deja la enfermedad en la piel, sino también para favorecer la recuperación de la autoestima y la propia imagen personal.

Recomendaciones generales

Recomendamos utilizar productos destinados al cuidado de las pieles atópicas o sensibles. Es preferible evitar el uso de aceites esenciales, eligiendo productos sin perfume o hipoalergénicos.

Es aconsejable el uso de productos preferentemente naturales, evitando parafinas y otros aceites derivados del petróleo; siliconas (dimethicone, amodimethicone, etc.); alcohol; agentes espumosos irritantes (sulfatos); estabilizantes, agentes espumosos reguladores de pH como DEA o TEA; antioxidantes sintéticos BHA y BHT; tetrasodium EDTA; polímeros acrílicos como carbomer y sodium polyacrylate; agentes antibacterianos sintéticos como el triclosan; conservantes sintéticos como parabenos y phenoxyethanol; filtros solares químicos como oxybenzone y octylmethoxycinnamate…

El Aloe Vera, la Caléndula, el Espino Amarillo, la Manzanilla, y la Rosa Mosqueta son cinco plantas medicinales muy prácticas y beneficiosas para la higiene y el cuidado de las zonas afectadas. Sus propiedades emolientes, antiinflamatorias y cicatrizantes ayudan a limpiar, calmar, y regenerar la piel más rápido de lo esperado.
Otros ingredientes recomendables son: el Escualeno porque es un aceite que posee una gran afinidad por la piel, ya que es unos de los componentes principales del sebo humano; el extracto de Malva, que es calmante y lenitiva; las mantecas de Karité y Cupuazú, ricas en polifenoles (antioxidantes), que hidratan y aportan elasticidad a la piel; los aceites vegetales ricos en ácido linoleico, que es esencial para regenerar la epidermis; el Ácido Hialurónico, ya que la piel concentra un 56% del que hay en el cuerpo. Entre sus propiedades destacan que es higroscópico, capaz de retener mil veces su peso en agua, y que actúa como antiinflamatorio.

Limpieza de la piel

Como en toda rutina, se debe comenzar por la limpieza. Aconsejamos evitar los jabones muy alcalinos que resecan demasiado la piel. Para el cuerpo se recomiendan los jabones neutros a base de aceite de oliva o aceites o cremas de ducha hidratantes y poco espumantes. Para la limpieza facial las mejores fórmulas son los aceites puros, como por ejemplo los de avellana, almendras dulces,    jojoba, o las mezclas de varios aceites, y las leches limpiadoras que reparan y nutren la piel, al mismo tiempo que la limpian.
Otros consejos a tener en cuenta son:

  • Controlar la temperatura del agua. Es preferible lavarse con agua templada, y evitar focos de calor o frío.
  • Evitar el uso de esponjas; masajear la zona con los dedos.
  • No frotar la piel al secarla; debes eliminar la humedad presionando, por contacto, siempre con toallas de algodón suave.
  • Evitar los productos exfoliantes, peelings o tratamientos antienvejecimiento que contengan alfa hidroxiácidos como el ácido glicólico o derivados retinoides.
  • Evitar la manipulación manual traumática de los poros para su limpieza.
  • Utilizar un champú neutro o hidratar el cuero cabelludo si se ha perdido el pelo.
  • No utilizar colonias ni desodorantes que contengan cloruro de aluminio.

Hidratación

Es importante aportar un grado extra de hidratación a la piel, por lo es preferible optar siempre por texturas nutritivas. Además de las cremas y pomadas hidratantes destinadas al cuidado de las pieles secas, sensibles o atópicas, las cremas de bebés pueden ser también una buena opción. Un consejo a tener en cuenta es añadir unas gotas de aceite vegetal a la crema hidratante para enriquecerla y aportar un extra de nutrición.

En el caso de tratamientos de radioterapia, nunca se deben aplicar productos en la zona a irradiar antes de la sesión; siempre se aplicarán después, ya que pueden interferir con el tratamiento. La zona a tratar debe estar limpia y libre antes de recibir el tratamiento.

Protección solar

Unos de los cuidados básicos durante esta etapa es la protección solar. La gran mayoría de los tratamientos oncológicos son muy fotosensibilizantes, por lo que es recomendable utilizar un protector solar de amplio espectro, es decir, que proteja frente a todo el espectro de radiación visible (UVA, UVB e infrarrojos). Recomendamos optar por protectores solares minerales con filtros físicos naturales sin nanopartículas. Los más habituales son dióxido de titanio y óxido de zinc. Estos filtros reflejan la radiación del sol impidiendo que esta penetre en la piel, evitando así la formación de radicales libres y previniendo problemas de alergias.

Los expertos recomiendan utilizar pantalla total (FPS 50+) en las zonas afectadas y evitar las exposiciones directas al sol. Siempre que sea posible, las zonas afectadas o irradiadas se deben mantener al aire libre, y se aconseja evitar las exposiciones al sol durante el tratamiento, y al menos un año después.

Maquillaje

El maquillaje también puede ser de gran ayuda a la hora de normalizar la vida de una mujer que está pasando por esta enfermedad, ya que puede ayudar a recuperar una imagen similar a la que se tenía antes de empezar el tratamiento.
Se recomienda utilizar maquillaje mineral, sin perfumes, o BB creams que aportan un tono uniforme a la piel al mismo tiempo que la hidratan. Conviene evitar los pigmentos o colorantes sintéticos.
La gran dificultad son las cejas y las pestañas, ya que son elementos que definen por completo la expresión de una persona. En este sentido es muy importante aprender a utilizar el maquillaje para volver a sentirte tú misma. No se aconseja la utilización de cejas y pestañas postizas, ya que los pegamentos pueden ser irritantes.

Otros consejos:

  • Evitar utilizar esparadrapo en las zonas irritadas y mantener siempre la piel seca
  • No rascar las zonas dañadas
  • Utilizar ropa cómoda y realizada con fibras naturales
  • Utilizar detergentes naturales hipoalergénicos

 

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Tipos de radiación solar

El sol emite radiaciones electromagnéticas con diferentes longitudes de onda, entre las que hay que destacar las radiaciones ultravioleta (UV) y los rayos infrarrojos, ya que son responsables de efectos beneficiosos y perjudiciales para la piel.

La radiación ultravioleta se divide en tres segmentos diferentes: rayos UVA, UVB y UVC. La radiación UVC, con longitudes de onda corta comprendidas entre los 200 y 290 nm (nanómetros), es la radiación de mayor energía y es muy peligrosa para la salud, pero afortunadamente no llega a afectar a la piel porque la capa de ozono la absorbe casi por completo.

Las radiaciones UV que llegan hasta la superficie de la piel son la radiación UVB, con longitudes de onda media comprendidas entre 290 y 320 nm, y la radiación UVA, con longitudes de onda larga comprendidas entre 320 y 400 nm.

  • Radiación UVA: alcanza totalmente la superficie terrestre y constituye el 95% de la radiación ultravioleta que llega a la superficie de la piel. Tiene capacidad para atravesar el vidrio y penetrar hasta las capas más profundas de la dermis incluso en los días más nublados.
    Los rayos UVA contribuyen a desencadenar alergias solares y reacciones fototóxicas. Son los responsables de la pigmentación inmediata, pero el efecto es poco duradero. Causan daños de forma silenciosa, ya que no provocan eritema ni quemadura, pero generan radicales libres que causan alteraciones en las células de la piel a largo plazo. Sus efectos se acumulan con el paso del tiempo, siendo los principales responsables del envejecimiento (arrugas, manchas, pérdida de elasticidad…), y también contribuyen a la aparición de cáncer de piel.
  • Radiación UVB: constituye el 5% de la radiación ultravioleta que llega a la piel. El 90% es bloqueada por el ozono y por el oxígeno de la atmósfera, pero como es más energética que la radiación UVA, resulta más dañina para la biosfera. Las nubes pueden frenar la radiación y ésta tampoco puede atravesar el vidrio, por lo que se filtra fácilmente con gafas, y también con ropa y filtros solares. Los rayos UVB son indispensables para la síntesis de Vitamina D, tienen menor capacidad para penetrar en la piel (llegando sólo hasta la epidermis), inician su efecto rápidamente desencadenando el proceso del bronceado duradero, y después actúan lentamente causando daños graves ya que son los responsable del eritema, las quemaduras, las ampollas, y reacciones alérgicas. Una exposición prolongada deprime el sistema inmunitario al disminuir el número de células de Langerhans, lo que convierte a la radiación UVB en el principal causante de melanoma y cáncer de piel no melanoma.

Los Rayos infrarrojos tienen una longitud de onda es superior a 760 nm y alcanzan las capas más profundas de la piel. Producen un efecto calórico, siendo los causantes de las insolaciones y los golpes de calor. Además, parece que pueden potenciar los efectos negativos de los rayos UVA y UVB e influyen en el envejecimiento cutáneo provocando pérdida de firmeza y elasticidad, pero de momento, no se ha descubierto que estén relacionados con el cáncer de piel.

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La exposición solar excesiva y sin control es un grave peligro para nuestra piel, ya que puede provocar alteraciones del sistema inmunitario, daños oculares, envejecimiento prematuro, insolaciones, quemaduras, y cáncer de piel. Para proteger la piel de estos daños, se han desarrollado los protectores solares o fotoprotectores.

Los protectores solares son productos cosméticos que contienen filtros solares físicos y/o químicos que actúan reflejando o absorbiendo las radiaciones solares para proteger la piel de sus efectos dañinos. Actúan frente a las radiaciones ultravioleta B (UVB), ultravioleta A (UVA) e infrarroja (IR), pero tienen diferente eficacia protectora frente a cada una de ellas.

Protección UVB

El grado de protección frente a las radiaciones UVB es conocido como FPS (factor de protección solar), también llamado IPS (índice de protección solar).

En la industria cosmética se utilizan diferentes métodos para determinar el FPS, de forma que según el país de procedencia del producto, nos podemos encontrar índices diferentes NO comparables entre sí:

  • FDA (americano), vigente en Estados Unidos
  • DIN (alemán), cuyo valor es la mitad que el anterior y no se utiliza en la actualidad
  • SAA (australiano), de valor intermedio entre FDA y DIN
  • COLIPA (europeo), es el método aceptado y más utilizado por casi todos los fabricantes de cosméticos europeos, aunque no de aplicación obligatoria. Este método clasifica los productos en varios tipos en función del factor de protección solar:

 

tabla fps

Protección UVA

Para evaluar la protección frente a la radiación UVA existen también varios métodos, pero NO hay un medición oficial o consensuada. Se utilizan métodos in vivo que miden la cantidad de radiación necesaria para producir una pigmentación inmediata (PPI o IPD) o duradera (PPD). La clasificación de los protectores solares según el grado de protección frente a la pigmentación duradera es la siguiente:tabla ppd

También existen métodos in vitro basados en la capacidad de transmisividad de la radiación sobre el producto (DIFFEY).

Actualmente, la Comisión Europea establece que los protectores deben ser de amplio espectro, es decir que deben proporcinar protección frente a las radiaciones UVA y UVB, y que la protección UVA debe ser al menos un tercio con respecto a la protección UVB.

Protección IR

No existen métodos oficiales o recomendados para valorar este tipo de protección.

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A continuación se muestra una lista de los filtros solares utilizados en los cosméticos, y el tipo (o tipos) de radiación frente a la que protegen cada uno de ellos.

(Nota: haz click en las imágenes para ampliarlas.)

lista_filtrosUV

lista_filtrosUV 2

 

 

 

 

 

 

 

 

 

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Protección UVA/UVB (amplio espectro)

El FPS es el índice de protección solar frente a la radiación de onda media UVB, responsable del bronceado prolongado y las quemaduras solares.

Los protectores solares que indican ser de amplio espectro están obligados por la legislación a demostrar que también protegen de la radiación de onda larga UVA, responsable principalmente de las manchas y del envejecimiento de la piel. Además, la combinación de ambas radiaciones es la primera causa de melanoma o cáncer de piel.

La Comisión Europea establece como norma que la protección frente a la radiación UVA, para la que no hay una medición consensuada, debe ser al menos un tercio de la protección frente a la radiación UVB.

proteccion-solar

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¿Qué es el Factor de Protección Solar (FPS)?

En todos los protectores solares del mercado se indica un número, el factor de protección solar. Este índice, que indica el grado de protección frente a la radiación UVB, es un multiplicador de la capacidad de defensa natural de la piel frente al eritema (enrojecimiento previo a la quemadura solar), es decir, multiplica el tiempo durante el que una persona puede estar expuesta al sol sin sufrir daños. El tiempo de partida depende del fototipo de cada uno y de la intensidad de la radiación solar. Ejemplificando, una persona que puede exponerse sin protección al sol durante 10 minutos sin sufrir quemaduras, con un FPS 15 podrá exponerse tranquilamente al sol durante (10×15) 150 minutos.

No hay que confundir calidad con factor de protección. Un FPS más alto no indica una mejor protección, sino una protección durante más tiempo.

La tabla que facilitamos a continuación muestra el FPS aconsejado en cada caso, teniendo en cuenta el fototipo y la intensidad de la radiación:

 

indice_proteccion_solar_aconsejado
 
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PROTECTORES SOLARES: Tipos y diferencias

¿Sabías que hay diferentes tipos de protectores solares?

Aprovechando que hemos empezando el mes con sol, queremos tratar el tema de los protectores solares.

En primer lugar, es importante saber que ningún protector solar ofrece una protección 100% absoluta. Dicho esto, empezamos explicando los tipos de filtros y sus diferencias.

PROTECTORES SOLARES FÍSICOS: También llamados pantallas solares, están formulados con filtros físicos (también llamados filtros minerales o inorgánicos), que son sustancias de origen mineral no contaminantes. Si no contienen nanopartículas, los filtros físicos no son absorbidos por la piel, sino que se quedan en la superficie y actúan como un espejo reflejando la radiación solar, y se utilizan tanto para evitar el eritema y las quemaduras como el bronceado. Son de amplio espectro, protegiendo contra los rayos UVA, UVB y UVC y también retienen las radiaciones del visible y las del infrarrojo.
Estos filtros impiden que la mayor parte de la radiación solar llegue a la piel, por lo que apenas se estimula la producción de melanina. Por lo tanto, si el factor de protección es suficientemente alto y no estás demasiado tiempo al sol, no te broncearás.

No es necesario aplicarlos un tiempo antes de la exposición al sol, ya que empiezan a actuar inmediatamente desde el momento de la aplicación. Tienen la desventaja de que pueden dejar restos blanquecinos debido a los pigmenots minerales que contienen.

Los filtros físicos (o minerales) más habituales son el Óxido de Zinc y el Dióxido de Titanio.

Dadas sus características y su forma de actuar, los filtros físicos se recomiendan en los siguientes casos:

  • Cicatrices
  • Dermatits
  • Después de tratamientos con láser o peeling químico
  • Intolerancia a los filtros químicos
  • Niños pequeños
  • Piel alérgica o reactiva
  • Piel lesionada, donde hay riesgo de absorción del filtro
  • Presencia de eritema (inflamación o enrojecimiento)

PROTECTORES SOLARES QUÍMICOS: están formulados con filtros químicos de origen orgánico (basados en cadenas de carbono). Este tipo de filtros actúan absorbiendo la radiación solar ultravioleta y transformándola en otro tipo de energía que no resulte nociva para la piel. En función de la longitud de onda absorbida, podemos distinguir tres tipos de filtros químicos:

  • Filtros UVB (protegen únicamente de la radiación UVB)
  • Filtros UVA (protegen únicamente de la radiación UVA)
  • Filtros de amplio espectro (protegen de las radiaciones UVA y UVB).

Los filtros químicos, al entrar en contacto con el sol y durante el proceso de disipar o transformar la energía solar para que no sea dañia para nuestra piel, modifican su estructura dando lugar a nuevas moléculas y liberan radicales libres (en algunos casos más que la piel en contacto con el sol sin protector) que pueden producir alteraciones en las células, provocando el envejecimiento de la piel y más posibilidades de contraer cáncer.

Otra desventaja de los filtros químicos es que, dado que penetran en la epidermis y reaccionan con la piel, pueden provocar reacciones alérgicas o intolerancias, como en el caso del ácido para-amino benzoico (PABA). Por ello no se recomiendan en niños, pieles lesionadas donde haya riesgo de absorción (cicatrices recientes, después de tratamientos con láser o peeling químico, quemaduras…), o pieles intolerantes.

Otros filtros químicos son: metoxidibenzoilmetano, benzofenonas, sulisobenzonas, antranilato de metilo, octocrileno, cinamatos, ácido tereftalideno, dicamfor sulfónico…

Los protectores solares químicos deben aplicarse 20 ó 30 mintuos antes de la exposición solar, ya que necesitan ese tiempo para activarse. Tienen la ventaja de que su textura es fluida y se extienden fácilmente sin dejar restos blanquecinos. No suelen presentar problemas de formulación, por lo que son los más utilizados.

PROTECTORES SOLARES MIXTOS: Contienen filtros químcos y físicos.

Esperamos que os sirva de ayuda y, como nos parece un tema muy interesante, continuaremos hablando de protectores solares, ingredientes, riesgos, FPS, aplicación, etc.

¡Buen fin de semana a tod@s!

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Protección solar y fijación capilar LAVERA

Idun Nature ofrecerá desde hoy a sus clientes las líneas de protección solar y fijación capilar de la marca alemana Lavera.

LAVERA utiliza desde hace más de diez años la protección solar 100% mineral (filtros físicos) y ha sido el primer productor de cosméticos en utilizarlos.

Lavera elabora sus propios filtros solares para poder así garantizar productos 100% libres de filtros solares sintéticos. La protección solar se activa pocos segunso después de su aplicación.

Los productos de la línea solar Lavera aseguran una protección completa contra los rayos UVA-UVB y UVC. Lavera emplea fórmulas novedosas con un especial principio activo derivado de la Levadura.

Lavera Sun Sensitiv es una línea completa y diversificada para todas las exigencias (alergias, pieles delicadas, niños y bebés, protección antie-edad). También ofrece un bálsamo para después del sol con tests cinetíficos que avalan su alto grado de hidratación cutánea.

Productos innovadores: Lavera ha desarrollado el primer autobronceador 100% conforme a las directivas de la cosmética natural con el sello de control BDIH.

Protección UVB: Testada por Colipa/según normas europeas.

Protección UVA: Según standares australianos.

Descubre todos los productos LAVERA.

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