Aromaterapia en el embarazo

El uso de los aceites esenciales se remonta a la antigüedad; los egipcios fueron los primeros en utilizarlos con fines religiosos y también para la fabricación de perfumes y medicamentos. En el siglo XX, los trabajos de investigación llevados a cabo por el químico René-Maurice Gattefossé sobre las propiedades antisépticas y antibacterianas de los aceites esenciales, le llevaron a acuñar el término aromaterapia para hacer referencia al tratamiento terapútico con aceites esenciales.

Algunos aceites esenciales pueden ayudar a calmar las náuseas típicas del embarazo, limitar el insomnio, reducir el estrés y favorecer el proceso de parto. No obstante, es importante tener en cuenta que no todos los aceites esenciales son aptos para su uso durante la gestación, y que durante el primer trimestre, el uso de algunos aceites puede provocar un aborto espontáneo o afectar al desarrollo del feto. Esto podría suceder porque los aceites esenciales apicados por vía tópica pueden traspasar la barrera dérmica y llegar a la placenta. Por el método de inhalación, las moléculas inhaladas también llegan de forma rápida al torrente sanguíneo y, por lo tanto, también pueden llegar al bebé.
El riesgo de sufrir alguna de estas graves consecuencias es menor después del primer trimestre, pero algunos aceites en concreto están prohibidos durante todo del embarazo.

 

Aceites esenciales permitidos durante la gestación:

  • Árbol del té: es antiséptico, antibacteraino, antiviral y antimicótico.
  • Bergamota: es un cítrico cuyas propiedades son relajantes y, al mismo tiempo, estimulantes por lo que sirve para mejorar ansiedad, depresión y estrés.
  • Citronela: es refrescante, antiséptico y repelente de insectos.
  • Eucalipto limón: tiene propiedades analgésicas y antiinflamatorias y se emplea para aliviar el dolor de espalda. Debe evitarse durante el primer trimestre de la gestación.
  • Incienso: potencia las defensas del sistema inmunitario, es expectorante y previene la aparición de estrías; reduce y calma la ansiedad y el pánico, y mejora la práctica espiritual y meditativa.
  • Geranio: es tónico, astringente, antiséptico y cicatrizante. Posee acción reafirmante y antiarrugas. Ayuda a ahuyentar a los mosquitos.
  • Jengibre: se emplea para calmar dolores en articulaciones y para tratar problemas digestivos.
  • Lavanda: es relajante y regenerador; alivia el dolor, reduce la ansiedad, el estrés y favorece el sueño.
  • Limón: se utiliza para el dolor de cabeza, la ansiedad y el insomnio.
  • Mandarina: tiene propiedades calmantes, relajantes, tónicos y antisépticas.
  • Manzanilla romana: es antiinflamatorio y tranquilizante. Favorece el confort digestivo.
  • Naranja y Petitgrain: tienen propiedades calmantes y relajantes que combaten la ansiedad y el estrés, y son estimulantes en caso de depresión.
  • Pomelo: tónico, refrescante y astringente. Es eficaz contra la retención de líquidos y la celulitis.
  • Rosa: se utiliza contra la fatiga y favorece la relajación durante las contracciones.
  • Salvia sclarea: es utilizada para incrementar las contracciones en el parto.
  • Sándalo: promueve una sensación de calma y puede crear una atmósfera ideal para lograr una buena noche de descanso.
  • Ylang Ylang: regenera y equilibra el exceso de sebo de la piel, ayuda en el tratamiento de las estrías y combate la caspa. Además, reduce el estrés y la ansiedad y combate el insomnio.

Aceites esenciales prohibidos en el embarazo:

  • Abedul y Gaulteria: desaconsejados por su elevado contenido en salicilato de metilo.
  • Ajedra, Orégano y Tomillo (qt fenol, carvacrol y timol): contienen fenol y están desaconsejados en el embarazo porque pueden afectar al desarrollo del feto. Se pueden utilizar sólo en circunstancias excepcionales y siempre bajo la supervisión de una persona experta en aromaterapia.
  • Albahaca: contiene methylchavicol, que posee una fuerte influencia sobre el sistema nervioso.
  • Alcanfor, Cantueso, Hisopo, Menta poleo, Romero (qt alcanfor), Salvia officinalis, Salvia española y Tuya: deben evitarse, ya que contienen cetonas monoterpénicas que pueden sobrecargar el sistema nervioso del feto y podrían tener un efecto abortivo.
  • Anís e Hinojo: desaconsejados por su efecto ligeramente similar al estrógeno.
  • Canela, Clavo y Palmarosa: no se recomiendan en el embarazo por sus efectos emenagogos, es decir, estimulantes del flujo sanguíneo en la zona del útero y de la pelvis. Aumentan el riesgo de sufrir un aborto espontáneo.
  • Cedro del Atlas: se ha demostrado que tiene propiedades abortivas, por lo que se debe evitar su uso.
  • Clavo: no se recomienda durante el embarazo por ser un estimulante uterino.
  • Enebro: debe evitarse en el embarazo porque ha demostrado tener acción embriotóxica.
  • Eucalipto y Mirto: deben usarse con precaución por su elevado contenido en 1,8-cineol.
  • Hierbaluisa: podría provocar contracciones en algunas mujeres.
  • Jara: no apto en el embarazo por ser hemostático.
  • Menta piperita: su uso durante la gestación puede provocar alteraciones en el desarrollo del bebé e incluso llegar a inducir el parto.
  • Niaulí: contiene viridiflorol que regula el sistema hormonal.
  • Verbena: se desaconseja por ser un supuesto abortivo, oxitócico, y estimular la actividad uterina.

Recuerda que los aceites esenciales permitidos se pueden inhalar y aplicar en la piel. Sin embargo, la vía oral requiere mucha precaución.

Los aceites esenciales pueden contener alérgenos y pueden ser irritantes para las pieles especialmente sensibles. No deben aplicarse puros sobre la piel, sino diluidos en un aceite vegetal o en un producto cosmético neutro.

Si tienes cualquier duda, recomendamos que consultes con un profesional de la salud.

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